Con directo o sin directo sigo siendo el rey
Mi queridisísimo Pablo Matos ya ha vuelto de vacaciones (y exagero lo de querido para que se sepa que ni lo más mínimo). Vuelve como siempre, como un mueble de Bricomanía: fácil, sencillo y para toda la familia. Aunque no voy meterme mucho con él porque sé que tiene coleguitas en Hollywood y por nada del mundo quiero encontrarme a Will Smith (mucho menos a Jackie Chan) en la puerta de mi casa diciéndome en un castellano perfecto: sí, es tonto pero es mi colega así que cuidado que te meto.
El regreso de El Hormiguero resultó ser un programa sobresaliente (logró una audiencia récord con un 19,7 por ciento) y en algo debió ayudar que estuviera grabado. Queda claro que los Smith son más majos que los Obama (que las pesetas iba a decir). También, que han tirado el presupuesto de Cuatro por la ventana (atado a Vasile) para comprarse una bola gigante con colorines que es sensible al tacto (palantir táctil, dice Google). Las pelotas de Nivea también son táctiles pero con ellas no puedes quemar otros cinco minutitos de programa.
Aún así, con palantir táctil o sin él, Pablo Motos sigue sin caerme bien (lo digo abiertamente). Pero su programa es tirando a cojonudo teniendo en cuenta, además, las cortapisas que suponen dirigirse al segmento más familiar de la audiciencia. El mérito no es sólo suyo, claro está. Además de las hormigas, tienen la magia de Luis Piedrahita, los dientes de Marron, al Hombre de Negro (“que sólo ve Telemadrid”) y, por supuesto, a Flipy. El profesor chiflado anoche no estuvo (Marron ha dejado lo efectos deominó y le ha sustituido al frente de los experimentos-no-lo-hagan-en-sus-casas) pero su nueva sección promete. Al parecer y como comentó el señor Motos en Tonterías las justas, Flipy va a echar mano de los Premios Darwin, unos galardones que se dan a las muertes más absurdas (ya han hecho la película). Han decidido que su primera locura sea ponerle a un coche el motor de un avión... Esto ya parece Locuras las justas.
Vaya, queda claro que les va mejor con los programas enlatados, o eso o que la gente ya tenía ganas de volver a ver algo no repetido en al tele a esas horas.
ResponderEliminarTELEPATÉTICO: Enlatado o no Will Smith fue el mejor cebo. Al final, todos picamos.
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