domingo, 22 de agosto de 2010

La Noria catapulta a Tomás Gómez



Anoche, las abuelas y madres de toda España se acostaron pensando en Tomás Gómez. El primer político de izquierdas capaz de seducir hasta los colaboradores derechosos del programa, que no pudieron despeinarle ni un pelo. Ni la periodista-torturadora Isabel Durán que, junto al irreductible Enric Sopena y con Jordi González como maestro de ceremonias, participaron en el mejor lavado de cara que el, hasta la fecha líder de los socialistas madrileños, podía darse.


El estreno de la cuarta temporada de La Noria (revolution) sólo se notó en el cambio de mobiliario. Pero lo importante es que en Telecinco, la última aldea donde resisten los periodistas, ofrecen a menudo clases magistrales sobre tan desprestigiado oficio. Lo vimos el viernes en Sálvame Deluxe, dónde el periodismo de investigación volvió a escribirse con letras mayúsculas. Primero fue NIXON, luego PEDRO JOTA y ahora... PEPA JIMÉNEZ.


Ayer, nuevamente, dieron otra gran lección periodística ofreciéndole a las generaciones venideras de tertulianos el manual definitivo sobre la entrevista televisiva. Tomás Gómez campó a sus anchas por Fuencarral y le dieron carta blanca para venderse. Ni Jordi pudo distraerle de sus intenciones bailando el waka waka con un portátil que le ofrecía la última hora sobre la encuesta organizada por Telecinco. Además. por primera vez una encuesta le daba como favorito en el duelo contra Trinidad Jiménez de cara a las primarias de octubre en la Federación Socialista Madrileña.


Se vendió tan bien que ahora todos le ven como un David campechano y optimista, que está decidido a tumbar a Goliat. Y da igual que ese gigante se escriba con zeta de zapatero, con te de trinidad o con la letra e de esperanza. Que tiemble la política española porque ya está aquí su Harrison Ford.

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