viernes, 24 de septiembre de 2010

Harry Potter y el principio del fin



Pelos como escarpias. Acabo de ver el trailer de la última película de Harry Potter y me he metido corriendo en Taringa para descargar la saga entera. Aunque suene al pequeño Peter Pan que llevo dentro, quiero hacer una maratón Hogwarts en toda regla para llegar calentito al estreno de Harry Potter and the Deathly Hallows el próximo 19 de noviembre.


Se trata sólo de la primera parte (la segunda se estrena el 15 de julio de 2011), por si alguien pensaba que no iban a estirar como un chicle la pottermanía. Se acerca el ocaso del mundo que empezó en las manos de J. K. Rowling. La británica, que se ha pasado 17 años con esta historia, cuando terminó el último libro en un hotel de Edimburgo, cuenta Wikipedia, escribió (con sangre espero que no) debajo de un busto de Hermes “JK Rowling terminó de escribir Harry Potter y las reliquias de la Muerte en esta habitación (652) el 11 de enero de 2007”.


Menos mal que no le dio por grabarlo con una navaja en el tronco de un árbol y luego cortarse las venas. Parece que Rowling acabó de Potter hasta el sombrero seleccionador y le dijo a su editor que punto y final, que no había universidad que valga, que con el colegio Harry y sus amigos ya había tenido bastante. Como mucho, se animaría con otro libro tipo Animales fantásticos y dónde encontrarlos o Quidditch a través de los tiempos, cuyos beneficios donó a obras benéficas.


Confieso que no he leído todos los libros de la saga así que cada dos por tres me encuentro con algún spoiler por Internet (en la vida real no, que de eso no tengo). La razón de pasar de la literatura y optar por el clásico “esperar a que hagan la película” no se debe a que me diera vergüenza ir por el Metro de Madrid con los libros de Potter,que también. Pero el verdadero motivo es que desde la primera película sólo he visto buenas adaptaciones y cada cual mejor. La tercera, por ejemplo, de Alfonso Quarón es impresionante, aunque no tanto como otra de sus películas: Hijos de los hombres.


En cualquier caso el principio del fin de Harry Potter es un hecho. Tanto o más que el síndrome Me paso todo el día bailando de Olvido AKA Alaska. Y como despedida dejo una entrevista de la autora, en la que confiesa sentirse genial sin uno de los magos más famosos de todos los tiempos, aunque como la magia, nunca haya sido real.


No hay comentarios:

Publicar un comentario